Este proceso a veces se denomina “donación dirigida”. Rara vez se hace y NO se recomienda.
Es MENOS seguro obtener sangre de un familiar que de una persona al azar.
Los donantes de sangre son cuidadosamente seleccionados. En particular, se les hacen preguntas sobre el sexo gay, las enfermedades de transmisión sexual, el consumo de drogas y otros antecedentes médicos.
Un donante voluntario no remunerado no tiene ninguna razón para mentir sobre ninguno de estos factores de riesgo. Simplemente pueden negarse a responder y alejarse.
Si les pide a sus parientes que donen sangre, pueden avergonzarse de responder honestamente a estas preguntas y luego explicar por qué su sangre no era aceptable.