Bueno, para empezar, puedes jugar canicas con codeína, especialmente las pastillas blancas grandes y gordas que se balancean en su borde. Es diferente porque las pastillas pueden caerse, pero aún así es muy divertido.
Además, puedes jugar a tiddlywinks con pastillas de codeína. Pero eso no es tan divertido como canicas.
Hablando de eso, puedes voltear las píldoras con el pulgar en un juego que llamo “acorazado de cucarachas”. A diferencia del juego del acorazado, en realidad puedes ver las cucarachas, solo haz que un amigo accione el interruptor de la luz en la cocina mientras te sientas en el suelo con tu frasco de munición blanca. Así que eso es genial.
La única otra cosa recreativa en la que puedo pensar es que solía sorprender a mi madre por la mañana acostada boca arriba, con los ojos cerrados, con las pastillas de codeína en mis párpados. A veces apilados 2 o 3 de alto. Creo que se veía raro, pero no estoy seguro porque no teníamos selfies en ese entonces.
