No hay una respuesta directa a esto. Si tienes 30 años, estás bien de salud en general y tu calidad de vida está arruinada por el dolor y la inmovilidad, entonces debes considerar la cirugía. Si tienes 90 años, usa oxígeno en el hogar para la EPOC y tu principal placer en la vida es jugar al ajedrez con tu nieta, probablemente la cirugía no sea una buena idea. Tampoco hay una sola forma de hacer tal cirugía; hay enfoques más invasivos y menos invasivos, cada uno con sus propios riesgos y beneficios.
Un buen resultado quirúrgico para una operación cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida depende principalmente de la selección del paciente y las expectativas del paciente. Primero, intente con medidas conservadoras, como terapia física, pérdida de peso y control del dolor por parte de un especialista en ese campo. Si esas medidas fallan, tenga una discusión detallada con el cirujano sobre sus objetivos para la cirugía y si la cirugía que está considerando es probable que logre esos objetivos. No caiga en tonterías. La cirugía no es la panacea para todo, y todos los humanos que caminan tienen dolor de espalda una vez u otra. La cirugía no lo hará inmune a esto. Además, nadie puede curar lo que está describiendo con láseres o curitas, a pesar de que los anuncios de televisión sugieren lo contrario.
A menos que sufra un daño neurológico severo debido a esta condición, como perder el control del intestino o la vejiga, tómese su tiempo con la decisión. No hay una respuesta correcta para su pregunta, solo la respuesta adecuada para usted.
