¿En su totalidad? Quién sabe, pero probablemente nunca. El sistema inmune es notablemente complejo, multifacético y omnipresente. El equilibrio de las células inmunes y las moléculas inmunes es muy crítico, y la clasificación de todos estos problemas no es una tarea fácil. Por ejemplo, el otro día estaba leyendo un artículo informando que el momento de la liberación de ciertas citoquinas es crítico para activar o suprimir el sistema inmunitario. Demasiado temprano o demasiado tarde, y terminas suprimiendo la respuesta inmune cuando quisiste mejorarla.
Por lo tanto, no solo debemos comprender todas las diferentes células inmunes y todas las diferentes moléculas inmunes, sino que deberíamos ser capaces de entenderlas en el contexto de cada una, y el contexto del entorno inmune en el que se encuentran.
Lo que hemos aprendido a lo largo de los años en biología es que, si bien ciertas proteínas o sistemas de proteínas parecen controlar algo, la proteína misma está lejos de ser el único problema. Las concentraciones de otras proteínas, hormonas u otras biomoléculas afectan enormemente la función de muchas o todas las proteínas.
Si bien la biología molecular es un ejercicio reduccionista, cada vez más, los biólogos moleculares se están dando cuenta de la perspectiva reduccionista, y considerando las cosas en contextos aislados, no es una representación precisa de cómo funcionan o funcionan en las células.