La esquizofrenia requiere un diagnóstico médico.
La esquizofrenia se caracteriza por pensamientos o experiencias que parecen estar fuera de contacto con la realidad, el habla o el comportamiento desorganizado y una menor participación en las actividades diarias. La dificultad con la concentración y la memoria también puede estar presente.
La gente puede experimentar:
Conducta: aislamiento social, comportamiento desorganizado, agresión, agitación, comportamiento compulsivo, excitabilidad, hostilidad, movimientos repetitivos, daño autoinfligido o falta de moderación.
Cognitivo: trastorno del pensamiento, ilusión, amnesia, creencia de que un evento ordinario tiene un significado especial y personal, creencia de que los pensamientos no son propios, desorientación, pérdida de memoria, confusión mental o lentitud en la actividad
Estado de ánimo: enojo, ansiedad, apatía, sentirse separado de sí mismo, descontento general, pérdida de interés o placer en las actividades, estado de ánimo elevado o respuesta emocional inapropiada
Psicológico: alucinación, paranoia, escuchar voces, depresión, miedo, engaño persecutorio o engaño religioso
Habla: habla circunstancial, habla incoherente, habla rápida y frenética, o trastorno del habla
También es común: creencia falsa de superioridad, fatiga, coordinación motora deteriorada o falta de respuesta emocional
No todos tienen los mismos síntomas.