Las directrices establecen que el paciente debe ser canulado con un mínimo de dos cánulas de orificio ancho, la sangre para transfusión debe estar disponible y debe haber una preparación para la toracotomía si es necesario.
Si el paciente es, relativamente, estable, se puede insertar un drenaje torácico. A veces es posible transfundir automáticamente la sangre que se acumula en la botella de drenaje del cofre.
Si el paciente pierde el gasto cardíaco, la rápida progresión a una toracotomía con concha de almeja y un masaje cardíaco interno pueden mejorar las posibilidades de supervivencia.