En África, varias costumbres superan la lógica de los “altos riesgos”.
Por ejemplo, el cuidado de los ancianos cuando están enfermos recae en los niños. Entonces los niños pueden estar en sus 40 años cuidando a personas de 60 a 80 años, que están vomitando, tienen diarrea, están sudando y necesitan líquidos. Los cuidadores se limpian las cejas y limpian.
Los cuidadores se infectan fácilmente. Luego entran en juego las otras costumbres, los trámites funerarios, el lavado del cuerpo, el beso del difunto antes del entierro, etc.
¿Los cuidadores están en alto riesgo? ¡SÍ!
¿Se dejarán poner en cuarentena? ¡NO!
¿Irán al hospital, donde creen que serán asesinados? “¡NO!
¿Infectarán involuntariamente a sus propios hijos? ¡SÍ!
Se pueden hacer objeciones, pero la ignorancia y las costumbres prevalecerán.