Como regla general, la dosis de medicamentos para la tiroides debe aumentarse durante el embarazo. La dosis la determina el médico tratante según la imagen clínica y los parámetros del laboratorio.
La optimización de la hormona tiroidea es esencial para prevenir el aborto espontáneo, mitigar el riesgo de diabetes gestacional y garantizar un desarrollo físico y mental saludable del feto.
La optimización tiroidea debe continuar mucho después del parto.