La razón simple es que la medicina alopática se basa en la evidencia y es más científica.
Cada medicina alopática tiene:
- Su propio mecanismo de acción,
- Farmacocinética y farmacodinamia,
- Rango de dosificación: según la edad y el peso corporal
- Perfil de seguridad y probables interacciones con otros medicamentos
- Efectos secundarios y contraindicaciones.
Agregue a todo esto, el programa de aprendizaje estructurado de la medicina alopática y la sólida estrategia de marketing de las compañías farmacéuticas.
Por lo tanto, las formas alternativas de medicina deben recorrer un largo camino antes de alcanzar la alopatía (¡que dudo que alguna vez ocurra!).