Ni siquiera lo llamaría un acto noble. Es lo obvio que hacer. Ya sea que uno sea religioso o no, la mayoría de la gente estaría de acuerdo en que después de la muerte (ya sea que creas que eso sucede cuando el alma deja el cuerpo o cuando el cerebro deja de funcionar) no queda nada de la persona en el cuerpo. Si los órganos del cuerpo se pueden usar para salvar la vida de otra persona, ¿por qué alguien tiene alguna objeción para donarlos?
Nuestro problema no es con las personas, sino con los médicos. La mayoría de las personas que mueren en circunstancias en las que es posible la donación de órganos nunca reciben información sobre la muerte cerebral ni se les pide donación de órganos. Después de todo, la decisión la toma el pariente más cercano. Muchos donarían si se les pidiera, pero al menos en India, la mayoría nunca pregunta. Culpo solo a la profesión médica y al gobierno por no tener un sistema establecido para solicitar la donación de órganos.
