- El dolor físico generalmente se puede aliviar con medicamentos. Una tableta de aspirina para el dolor de cabeza y una comienza a sentirse bien en una hora más o menos.
- El dolor físico generalmente se puede localizar. Por lo general, uno está seguro de la ubicación de la lesión o puede localizarla la mayor parte del tiempo con algo de ayuda.
- El dolor físico debido a las lesiones tiende a sanar más rápido una vez que se elimina el agente causante de la lesión.
- Uno lo sabe de inmediato y el cuerpo entra en un estado de alarma cuando nos encontramos con dolor más allá de nuestro umbral.
- Si el dolor no es demasiado intenso o, en algunos casos, cuando lo es, uno puede, hasta cierto punto, soportarlo hasta que llegue la ayuda.
Todos estos son atributos que ayudan a un médico o una persona que lidia con el dolor físico a deshacerse de él tarde o temprano. Si bien no es una prueba completa, ayuda a deshacerse del dolor físico la mayor parte del tiempo. Sin embargo, no son tan efectivos para curar la agonía mental.
- El estado mental y la depresión pueden manifestarse como dolor físico. Mientras que lo contrario también es cierto, el primero es mucho más difícil de señalar.
- Algunas veces el paciente no está enterado de su estado mental fallido. La velocidad a la que puede progresar suele ser lenta e insidiosa. Solo cuando comienza a afectar la vida diaria del paciente, incluso le importa reconocerlo como un desorden.
- Hay un gran estigma con respecto a la cura del dolor mental. Cualquier persona que padezca depresión, manía, trastornos de ansiedad, etc. son considerados simplemente como “locos” o como personas con un umbral mental bajo.
- El tratamiento del dolor mental también es lento y debe ser constante. Uno simplemente no puede deshacerse de él tomando una píldora o soportándola o hablando con alguien. La terapia puede durar meses o incluso años.
- El tratamiento prolongado en sí mismo podría causar más trastornos mentales. Lo mismo ocurre con el dolor físico que, si dura mucho, impide la capacidad de una persona para concentrarse en cualquier cosa.
- La agonía mental puede surgir sin una causa física.
