La piel es la primera línea de defensa del cuerpo contra patógenos extraños como virus, hongos y bacterias. Produzco un médico y una barrera química contra estas fuentes de infección. Cuando tienes una herida, hay una ruptura en esa defensa. El cuerpo filtra fluidos como la sangre hacia la piel donde literalmente puede alimentar a los patógenos y darles acceso al cuerpo. Como resultado, las heridas abiertas son caldo de cultivo para la infección.
La mejor forma de tratar una herida es:
- Detener el sangrado
- Use una solución antiséptica y agua estéril para limpiar el área
- Aplicar un vendaje estéril
- Vuelva a revisar la herida al menos una vez al día para detectar signos de infección. Vuelva a limpiar el área con agua antiséptica y estéril y aplique una venda estéril fresca.
Este método le permite “reemplazar” la función defensiva de la piel en el sitio de la herida hasta que la herida haya cicatrizado.