Es una forma torpe y peligrosa de cauterizar la herida. La aplicación de calor hace que la sangre se coagule, lo que detiene el sangrado. Además, el calor intenso podría potencialmente esterilizar la herida al matar cualquier microbio contaminante.
Sin embargo, existe el riesgo de quemar el tejido circundante y causar más daño. No pasaría mucho tiempo hasta que la herida se infectara nuevamente.
Si yo estuviera allí, presionaría la herida con un trapo tan limpio como pudiera encontrar (como una camiseta).
En cualquier caso, una sola maniobra (como la pólvora) no sería suficiente. La herida necesitará cuidado cuidadoso y regular para no terminar siendo fatal.
