En general, esas enfermedades no matan a sus anfitriones originales. Como el Ébola, que proviene de los murciélagos de la fruta. O la malaria, de los mosquitos.
Del mismo modo, cuando los europeos fueron por primera vez a América, tosieron con el pueblo de las Primeras Naciones, y luego todas esas personas se desplomaron y murieron, como, más del 90% de ellos. Los gérmenes que enfermaron a Euros mataron a personas cuyo sistema inmunológico no “conocía” esos gérmenes.