En los viejos tiempos, los cirujanos lo hacían (sin pensarlo mucho, dirían los médicos), mientras que los médicos pensaban mucho (sin hacer nada, los cirujanos dirían).
Por supuesto, esto es caricatura de la verdad, pero resume la mayor diferencia. Entonces, no hay “lo mejor”, depende en gran medida del tipo de médico que quiera ser.
Como internista, siempre fui muy agresivo con los diagnósticos y tratamientos, muy proactivo, tratando de terminar la parte de diagnóstico lo antes posible y luego ver si se puede ofrecer algún tratamiento que valga la pena. Sin embargo, combiné lo mejor de dos mundos, sin realizar cirugía, aunque realicé laparoscopias diagnósticas antes del advenimiento de la TC y la RM.