Cómo deshacerse de una ebullición dolorosa

La forma habitual, una vez que el forúnculo está completamente desarrollado, es lanzarlo, es decir, perforar la piel para que el pus se agote. El dolor se aliviará casi instantáneamente a medida que la presión de la inflamación desaparezca. La ebullición puede, sin embargo, volver a infectarse si no se cuida adecuadamente después de que se lance y drene.

El procedimiento preoperatorio tradicional sería limpiar con alcohol la mancha que se va a punzar, aunque hoy podría ser preferible un antiséptico con un efecto más duradero. Si la punción se hace bien, saldrá muy poca sangre, la sangre que sale del trozo de piel penetra la lanceta o la aguja antes de golpear el espacio dentro de la ebullición. El resto será blanco o amarillo.

Si un forúnculo en desarrollo se encuentra en una etapa temprana (pero probablemente no duela), el tratamiento con antibióticos tópicos o sistémicos puede evitar que llegue a la etapa en que se requiere la punción.