Dada la opción, siempre es mejor tener un pie operado a la vez desde el punto de vista de la recuperación postoperatoria. Imagine que descubre que es más intolerante al dolor de lo que pensaba y ahora tiene 2 pies increíblemente dolorosos sobre los que ahora no puede pararse. Tener un pie operado a la vez le permite tener menos problemas de movilidad y saber que aún será posible moverse. Podrá cambiar más peso al “pie bueno”, disminuyendo así la presión sobre el pie operado. Tener 2 extremidades inestables (debido a una cirugía bilateral) seguramente aumentará las posibilidades de caídas.
En cuanto a los procedimientos reales, las mismas complicaciones que entrarían en juego para la cirugía unilateral se aplican a la cirugía bilateral.