El dolor de la quimioterapia no es muy frecuente. Puede haber varias situaciones distintas:
- Dolor en el sitio de perfusión, que normalmente no debería ocurrir. Algunas sustancias de quimioterapia pueden irritar la piel y los tejidos circundantes, especialmente si hay una fuga. Las enfermeras toman precauciones para evitar que esto suceda, pero puede suceder. Hay algunas imágenes muy sangrientas que puede encontrar si busca “extravasación de quimioterapia”. Esto es raro.
- Dolor difuso “muscular”, que puede durar unos días pero que generalmente es reversible y manejable.
- Hormigueo, pérdida de sensibilidad en las extremidades y una sensación que puede describirse como pinchazos con agujas o pequeñas descargas eléctricas por daño a los nervios. Esto a menudo es acumulativo, aumenta con el tiempo y después de los tratamientos, y desafortunadamente a veces es irreversible.
A pesar de lo anterior, el hecho es que hay muchos protocolos de quimioterapia que casi nunca producen dolor y muchos pacientes que nunca experimentan dolor, incluso con protocolos que pueden producir complicaciones dolorosas. La mejor manera de saber qué esperar es preguntarle a su médico y enfermera.