El embarazo precoz generalmente se considera el período de hasta 4-6 semanas después del último período menstrual (LMP).
Antes de realizar una apendicectomía en una mujer pospuberal, corresponde al cirujano buscar antecedentes menstruales y, en caso de duda, en un paciente sexualmente activo, incluso buscar una prueba de embarazo en la orina.
En la era actual, el diagnóstico de apendicitis casi siempre es respaldado por un examen de ultrasonido que casi siempre debería revelar cambios en el embarazo temprano, si está presente.
Durante la cirugía, dado que el cirujano observa el útero desde el exterior, se puede observar una ligera y sutil ampliación del útero y de los ovarios, pero estos cambios no son lo suficientemente específicos al principio del embarazo como para confirmarlo.