Si un cáncer irresecable fuera una persona, esto es lo que le diría:
“Hola, Cáncer.
Ya que estás aquí, deberíamos conocernos. Realmente deseamos saber más acerca de usted, y si quiere contarnos todo sobre quién es usted y de dónde vino, lo escucharemos.
Pero como anfitrión, nos gustaría contarte más sobre nosotros, quiénes somos y de dónde venimos.
Somos parte de una comunidad completa donde cada uno de nosotros tiene un tiempo, un lugar y un propósito para ser. Nuestra existencia comenzó con “todo propósito” (los que nos estudian llaman a este estado “pluripotente”), pero cada uno de nosotros tiene forma y propósito asegurados en su interior. Con el tiempo, y en el momento adecuado, manifestamos nuestro propósito y nos convertimos en las células que estamos destinados a ser. Eventualmente, como todo lo que está vivo, sabemos cuándo es el momento de que nos retiremos y muramos.
Ahora tú, Cáncer, eres un invitado muy diferente. Algunas partes de ti se parecen a algunas partes de nosotros, tal vez porque en algún momento en el pasado, eras uno de nosotros. Pero ahora te ves y actúas de manera muy diferente. Has cambiado desde la forma en que eras. Has cambiado lo suficiente en donde adquiriste una nueva forma e identidad.
Ahora tenemos que llamarte Cáncer.
Si quieres contarnos más sobre ti, queremos escuchar. Pero no te vemos demasiado interesado en frenar y comunicarte. Te vemos lastimar y matar a aquellos en nuestra comunidad. Te vemos secuestrando provisiones de alimentos para nuestros familiares. Puede que te hayamos ralentizado con nuestras advertencias agresivas, que también incluyen la muerte de tus clones, pero no vemos que te detengas.
Te vemos empeñado en la supervivencia, incluso cuando matando a demasiados de nosotros, también te mataras. Vemos que quieres sobrevivir por encima de todo. También queremos sobrevivir, pero también queremos disfrutar de una determinada calidad de vida.
Pero tenemos al menos un objetivo común: ambos queremos sobrevivir. Sin embargo, llevamos mucho más tiempo y algunos de nosotros somos más sabios, así que comprometamos.
Compartamos algunos recursos.
Estableceremos reglas y regulaciones para mantenerlo en un cierto límite, donde puede continuar viviendo y podemos continuar preservando nuestra calidad de vida. Busquemos un terreno común donde tengamos más años de paz que semanas y meses fuera de la violencia. Renunciemos unos a otros, para no tener que ceder el uno al otro en una avalancha fatal y en cascada.
Vamos a coexistir juntos.
Después de todo, todos moriremos algún día.
Vamos a morir en paz, juntos ………
… Mucho, mucho, mucho después “.