Son diferentes a una lengua entrenada.
La versión estadounidense es un poco más delgada que la europea y tiene un poco más de sabor a chocolate.
El europeo es un poco más grueso y se siente más “chiflado”, aunque no hay cambios en la textura. Además, el europeo siente que no tiene el sabor posterior del plástico que creo que está presente en la versión estadounidense.
Mis amigos han probado los dos y no han encontrado diferencias, pero puedo diferenciarlos inmediatamente con los ojos cerrados y la boca abierta 😉