Hacemos lo mejor que podemos por cada bebé. No se tiene en cuenta la etnia, el género, la capacidad de pago, etc. Cualquier otra cosa sería inmoral e inconcebible.
Sin embargo, hay ocasiones en las que brindamos solo “cuidado de la comodidad”: calor, líquidos, control del dolor, etc. Ejemplos de ello son los bebés que son extremadamente prematuros sin posibilidad de supervivencia intacta o que tienen defectos genéticos graves, como la trisomía 13. Pero estas decisiones siempre se toman conjuntamente con todo el equipo de atención y los padres.