¡Sí! ¡Mil veces sí! El estrés es una gran causa de brotes de acné.
Imagínate esto. Vacaciones de primavera. Una adolescente que ha estado luchando con acné todo el año escolar. Lentamente, nota algo extraño mirándola al espejo. Una sospechosa falta de espinillas. ¿Qué podría ser esto? Ella disfruta la próxima semana. Piel suave. Una bonita tez Hasta que, BAM! Es el día antes de que comiencen las clases de nuevo. Ella comienza a preocuparse por una prueba que viene. El aire de relajación que la rodea se ha ido. A la mañana siguiente, antes de ir a la escuela, se levanta, se mira en el espejo y, ¡he aquí que tiene granos en las mejillas y en la frente! ¡No genial!
Para resumir, nadie en la escuela llegó a verme con la piel clara. *suspiro*