Algunas enfermedades venéreas pueden transmitirse no solo a través del contacto sexual.
La hepatitis y el SIDA se transmiten a través de transfusiones de sangre. Los piojos púbicos pueden transmitirse a través de mantas contaminadas. La sífilis puede transmitirse por contacto con secreciones.
Por lo tanto, si una de sus vírgenes padece una enfermedad venérea de forma inusual, puede recibirla de la forma habitual.