Las clases de natación para bebés son muy efectivas y ayudan a inculcar el amor por el agua incluso en los bebés más pequeños. Proporciona una experiencia de vinculación con los padres, la socialización con otros niños, el avance de las habilidades de desarrollo y mucho más. A los bebés se les puede enseñar control de la respiración y flotabilidad y cómo darse la vuelta para respirar en una situación peligrosa.
Los estudios académicos de la Universidad de Griffith también han encontrado que tener hijos en el agua jóvenes tiene beneficios de desarrollo, sociales, emocionales y cognitivos. Comenzar con un padre en el agua y tomar todo al ritmo del niño es lo más importante. Conocer los límites y estar con un instructor certificado para trabajar con bebés es la mejor opción.