El virus del papiloma humano (VPH) que causa las verrugas se propaga por contacto, por lo que es cierto que pinchar o raspar una verruga puede extenderlo.
Hay una variedad de tratamientos contra las verrugas, desde yesos de ácido salicílico sin receta hasta nitrógeno líquido y estimuladores del sistema inmunitario, como el imiquimod y otros. Los tratamientos en general no propagan el virus de la verruga, sin embargo, si hay un virus en la piel circundante de apariencia normal que no recibe tratamiento, continuará infectando las células de la piel y produciendo nuevas verrugas.
Si queda HPV en la periferia de una verruga tratada, a veces podemos ver piel clara en el centro tratado y un anillo de verrugas en el área circundante.
Además, extirpar una verruga no es un tratamiento muy efectivo, ya que causa recurrencias con bastante frecuencia, especialmente porque no sabemos cuán lejos se ha propagado la extensión de la piel con apariencia normal.