Resección quirúrgica
Si el daño a su hígado es mínimo y el cáncer está contenido en una pequeña parte de su hígado, es posible que se eliminen las células cancerosas durante la cirugía. Este procedimiento se conoce como resección quirúrgica.
Como el hígado se puede regenerar a sí mismo, es posible que se elimine una gran parte del mismo sin afectar seriamente su salud. Sin embargo, en la mayoría de las personas con cáncer de hígado, la capacidad regenerativa de su hígado puede verse afectada significativamente y la resección puede ser insegura.
Riesgos
La resección hepática es una cirugía complicada y puede tener un impacto considerable en su cuerpo. Existe un riesgo significativo de que ocurran complicaciones durante y después de la cirugía.
Las posibles complicaciones de la resección hepática incluyen:
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- infección en el sitio de la cirugía
- sangrado después de la cirugía
- coágulos de sangre que se desarrollan en las piernas: el término médico para esto es la trombosis venosa profunda (TVP)
- bilis que se escapa del hígado: se puede requerir más cirugía para detener la fuga
- ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos)
- insuficiencia hepática (en la que su hígado ya no puede funcionar correctamente)
Trasplante de hígado
Un trasplante de hígado implica extirpar un hígado canceroso y reemplazarlo con uno sano de un donante.
Esta es una operación importante y existe el riesgo de complicaciones potencialmente mortales. Se estima que alrededor de 1 de cada 30 personas morirá durante el procedimiento y hasta 1 de cada 10 personas morirán en algún momento del año después de la cirugía.
Un trasplante de hígado puede ser adecuado para usted si:
- usted solo tiene un solo tumor de menos de 5 cm (50 mm) de diámetro
- tiene tres o menos tumores pequeños, cada uno menos de 3 cm (30 mm)
- usted ha respondido excepcionalmente bien a otros tratamientos, sin evidencia de crecimiento tumoral durante seis meses
Si tiene tumores múltiples o un tumor de más de 5 cm, el riesgo de que el cáncer regrese es generalmente tan alto que un trasplante de hígado no será beneficioso.
Tratamiento del cáncer de hígado con procedimiento de radiología intervencionista:
Un nuevo y emocionante tratamiento para el cáncer de hígado ofrecido por nuestro grupo es la terapia con microesferas de itrio-90 para tumores hepáticos. Se inserta un pequeño catéter en la arteria hepática, luego se inyectan cuentas de vidrio microscópicas impregnadas con un elemento altamente radiactivo en los tumores del hígado, lo que les proporciona una dosis de radiación más alta que la que se puede administrar con un tratamiento de radiación de haz externo. Este tratamiento contra el cáncer de hígado es efectivo contra el cáncer primario del hígado, pero nuevas investigaciones demuestran que puede ser efectivo para tratar el cáncer metastásico en el hígado a partir del cáncer colorrectal, los tumores neuroendocrinos e incluso el cáncer de mama.