Aparecería un poquito de líquido intersticial, y luego el émbolo se atascaría. Si siguieras tirando de él, harías un poco de daño en el tejido local y la persona a la que le clavaste la aguja se enojaría contigo y podría golpearte.
La grasa se almacena en las células (tejido adiposo) y si desea eliminar esa grasa, debe romper o extirpar las células, lo que explica por qué la liposucción hace que parezca que se peleó con un tren pequeño (imagen robada del Internet).