Aunque su pensamiento es lógico, tiene un defecto. Para obtener un bronceado controlado tienes que dañar tu piel en primer lugar. Un bronceado es la respuesta de su piel al daño ultravioleta que ya ha ocurrido.
Lo más seguro es encubrirse, evitar el exceso de sol y usar protector solar cuando sepa que estará expuesto al sol.
De lo contrario, broncearse para protegerse es como aplastar su pulgar para mejorar su tolerancia al dolor. Puede estar seguro, pero ¿por qué?