¿Cómo diagnostica un médico un infarto de miocardio?

Un ECG (electrocardiograma) es el indicador más importante de un infarto.

Detecta latidos irregulares (Arritmia) y puede identificar con qué tipo de infarto se está tratando (STEMI O NSTEMI). Además, también pueden probar varias proteínas. Esto se debe a que cuando los cardiomiocitos se descomponen, liberan ciertos marcadores cardíacos como troponinas (específicamente troponinas I, T), creatina quinasa MB y mioglobina. Las troponinas son las más importantes porque su presencia en el torrente sanguíneo es una indicación definitiva de daño a un cierto parche de cardiomiocitos. También toman un historial de su dieta, medicamentos, etc. Si han pasado más de 20 minutos desde el infarto, podría ser grave ya que podría implicar daño permanente al corazón, ya que la tira del músculo cardíaco se volverá hipóxica. También están acompañados por otros síntomas de seguimiento como pericarditis, taponamiento cardíaco o incluso regurgitación de la válvula cardíaca.

El IM se puede diagnosticar por síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar y más fácilmente por Electrocardiograma (ECG). También se puede diagnosticar por niveles de troponina y CK en sangre.