¿La dieta tiene un impacto en la recuperación de lesiones cerebrales?

La nutrición (dieta alta en grasas / cetogénica para el cerebro) enciende y apaga nuestros genes. Nurture también ayuda a que crezca nuestra célula cerebral. Hacemos más neuronas con el aprendizaje de nuevos movimientos / ejercicio. Durante el sueño, nuestro cerebro se deshace de las toxinas.
La mayor parte del consumo de energía del cerebro se destina a mantener la carga eléctrica (potencial de membrana) de las neuronas. La mayoría de las especies de vertebrados dedican entre el 2% y el 8% del metabolismo basal al cerebro. En los primates, sin embargo, el porcentaje es mucho más alto: en los humanos se eleva al 20-25%. El consumo de energía del cerebro no varía mucho con el tiempo, pero las regiones activas de la corteza cerebral consumen algo más de energía que las regiones inactivas; esto forma la base de los métodos funcionales de imagen cerebral. El cerebro generalmente obtiene la mayor parte de su energía del metabolismo dependiente del oxígeno de la glucosa (es decir, azúcar en la sangre), pero las cetonas proporcionan una fuente alternativa importante, junto con las contribuciones de los ácidos grasos de cadena media (caprílico y heptanoico), lactato, acetato y posiblemente aminoácidos.
En los humanos y en muchos otros mamíferos, se crean nuevas neuronas principalmente antes del nacimiento, y el cerebro infantil contiene sustancialmente más neuronas que el cerebro adulto. [60] Sin embargo, hay algunas áreas donde las neuronas nuevas se siguen generando a lo largo de la vida. Las dos áreas para las cuales la neurogénesis adulta está bien establecida son el bulbo olfatorio, que está involucrado en el sentido del olfato, y la circunvolución dentada del hipocampo, donde hay evidencia de que las nuevas neuronas desempeñan un papel en el almacenamiento de los recuerdos recién adquiridos. Con estas excepciones, sin embargo, el conjunto de neuronas que está presente en la primera infancia es el conjunto que está presente de por vida. Las células gliales son diferentes: como con la mayoría de los tipos de células en el cuerpo, se generan a lo largo de la vida.
Durante mucho tiempo ha habido un debate sobre si las cualidades de la mente, la personalidad y la inteligencia pueden atribuirse a la herencia oa la educación: esta es la naturaleza y la controversia sobre la crianza. Aunque todavía quedan por resolver muchos detalles, la investigación en neurociencia ha demostrado claramente que ambos factores son importantes. Los genes determinan la forma general del cerebro y los genes determinan cómo reacciona el cerebro ante la experiencia. Sin embargo, se requiere experiencia para refinar la matriz de conexiones sinápticas, que en su forma desarrollada contiene mucha más información que el genoma. En algunos aspectos, todo lo que importa es la presencia o la ausencia de experiencia durante períodos críticos de desarrollo. En otros aspectos, la cantidad y la calidad de la experiencia son importantes; por ejemplo, existe evidencia sustancial de que los animales criados en ambientes enriquecidos tienen cortezas cerebrales más gruesas, lo que indica una mayor densidad de conexiones sinápticas, que los animales cuyos niveles de estimulación están restringidos.

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