No comentaré sobre las emociones, pero la mente tiene efectos poderosos en el cuerpo, particularmente en el sistema inmunológico. Por ejemplo, es bien sabido que la depresión afecta a muchos órganos: pérdida de sueño y apetito, fatiga, dolor, etc. El estrés también causa cosas tales como aumento del ritmo cardíaco, hipertensión y úlceras.
Además, es posible controlar ciertas funciones autónomas (involuntarias) del cuerpo básicamente “pensando en ello”. Tranquilizarse (meditación) reduce la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardíaca. Aquí hay un ejemplo rápido (DETÉNGASE SI CAYÓ DIZZY). Inspire lentamente a través de su nariz para un conteo de 10 segundos (es decir, uno -uno, dos, un mil, etc.); espera por un conteo de 10 segundos; exhale lentamente por la boca durante un conteo de 10 segundos. Esta es una técnica de meditación inicial llamada “respiración triangular”. Lo que ha logrado es esto: la tasa de respiración normal promedio es de 15 anchuras (in / out) por minuto (BPM). Si hizo lo anterior, conscientemente redujo su tasa de respiración a 2 BPM. También es probable que su ritmo cardíaco disminuya, pero es un tiempo demasiado corto para monitorearlo.
La conexión con el sistema inmune es intrigante. Se sabe que la mente afecta el sistema inmune inmune y, anatómicamente, ambos nódulos linfáticos (generación de células T, selección de células B) y la médula ósea (generación de células B) están inervados. Un ejemplo clásico de la mente / sistema inmune se informó en Lewis Thomas “Medusa and the Snail (ISBN-13: 978-0140243192; 1995). En un estudio de Harvard, un grupo de sujetos fueron hipnotizados y se les dijo que eliminaran las verrugas que tenían en un lado específico del cuerpo (pero no del otro lado). Funcionó. Hubo algunas excepciones. Algunas personas eliminaron las verrugas en ambos lados del cuerpo; algunos en el lado “equivocado”. No obstante, cosas bastante poderosas. Sin embargo, el mecanismo sigue siendo desconocido.
En el cerebro, las proteínas producidas por las células inmunitarias (interleuquinas, TNF-alfa, etc.) son esenciales para el establecimiento, la función y la modificación de las conexiones sinápticas. Entonces, los dos órganos (cerebro, sistema inmune) están estrechamente relacionados y la mente influye claramente en el cuerpo. Simplemente no sabemos mucho al respecto ni cómo usarlo para afectar la salud.