La sangre sabe salada porque es salada.
El sodio es otro nombre para la sal.
Alrededor del 85% del sodio en su cuerpo se encuentra en la sangre y el líquido linfático.
El sodio ayuda a regular el equilibrio de líquidos en su cuerpo y ayuda a la función de los nervios y los músculos. Demasiada o muy poca sal puede causar problemas de salud o incluso la muerte.