FSGS puede ser primario o puede ser secundario. Secundario es cuando hay una etiología (causa) para ello, y si elimina la etiología, la GSF debe desaparecer o al menos no recurrir después de un trasplante. Primario significa que no sabemos qué lo está causando (idiopático) o que tiene una razón genética conocida, y en este caso se podría suponer que después de un trasplante, la FSGS no recurre porque el riñón nuevo no tiene la FSGS induciendo genes. Sin embargo, hay una tasa de recidiva del 30% o más en personas con GEFS de causa desconocida o que fueron resistentes a los esteroides y muy probablemente se deba a que el agente causante aún está en su cuerpo.
Entonces, como respuesta a su pregunta, en casos genéticos específicos, un trasplante puede curar la GEFS, pero siempre se puede esperar la recurrencia, especialmente si se desconoce el motivo, y la tasa de recurrencia es muy significativa.