Depende de la situación, pero al responder a esta pregunta estoy asumiendo que el paciente no estaba en la mesa de operaciones para la última zanja, salve Mary tipo de operación. Es decir, no se esperaba que murieran.
Esto me sucede aproximadamente de 1 a 2 veces por año, a pesar de una planificación preoperatoria meticulosa, la cirugía aparentemente sin complicaciones puede tener forma de pera.
Lo primero que sucede es que comienza a sentirse un poco ansioso, enervado de que algo no esté del todo bien, la operación no se está moviendo como debería.
A esto le sigue el miedo, el temor de que el paciente no salga de la mesa, el temor a la reacción de su familia, el miedo a lo que le dirán sus colegas o, peor aún, lo que le dirán sobre usted a los demás. En este punto, comienza a surgir un poco de pánico, mientras mentalmente se analizan las posibles soluciones a lo que sea que ese sea el problema.
Luego viene la acción de retaguardia, donde tomas medidas cada vez más desesperadas para intentar salvar al paciente.
Luego, al final, hay casi una sensación de aceptación y calma, un poco como cuando finalmente aceptas que no vas a hacer esa cita y apresurarte a entrar en pánico al tráfico no es la respuesta.
¿Cuánto cuesta una sinovectomía abierta de la cadera?
¿Cómo hace un médico la anastomosis en el muñón del tracto digestivo?
Finalmente, cuando todo termina y usted ha hablado con la familia, el médico forense y con frecuencia informa al personal de enfermería, le viene la ansiedad, diferente esta vez al comienzo. ¿Qué podría haber hecho diferente o mejor? ¿Dejé algo afuera, cometí un error, debería haber operado?
Esta última ansiedad puede ser breve, recorrer el caso con un colega puede ser suficiente para darse cuenta de que no era usted, que había fuerzas desconocidas en el trabajo. Con mayor frecuencia persiste, se quema en su subconsciente hasta el punto en que afecta permanentemente la forma en que practica. Esto puede ser algo bueno, debes aprender de tus errores, pero también puede ser destructivo, convirtiendo a los buenos cirujanos en practicantes nerviosos y conservadores. Peor aún, puede destruir carreras y vidas.
Nunca es fácil Nunca ‘solo es’.