El resultado es generalmente un fortalecimiento del trauma. La extinción ocurre en circunstancias específicas, que no incluye específicamente el fortalecimiento de las vías neuronales. Es necesario aprender algo diferente sobre el estímulo para que haya recuerdos competitivos asociados con él, y esta memoria secundaria debe fortalecerse hasta el punto en que sea más relevante y más fuerte que la memoria original. También debe tenerse en cuenta: el TEPT es un fenómeno muy complejo, que no nace simplemente del condicionamiento del miedo. No todos los que sufren trauma desarrollarán TEPT.
En los últimos años, se han realizado estudios en los que las víctimas revisan sus experiencias traumáticas mientras reciben medicamentos, como bloqueadores beta, bajo la supervisión de psicólogos. La idea aquí es que el paciente reviva la memoria y su fuerza se reducirá con la ayuda del betabloqueante. Los bloqueadores beta se eligen porque reducen la respuesta al estrés (dicho de manera simplista) y esto, a su vez, en realidad está reduciendo la fuerza de las conexiones neuronales (una vez más, dicho de manera simplista).