Como tal, la cirugía no se recomienda para la fascitis plantar.
El tratamiento incluye principalmente modificaciones en el estilo de vida como cortar actividades que causan dolor, usar zapatos correctos, reducir peso, etc.
El tratamiento médico también está disponible, pero solo para aliviar sus síntomas (como férulas en el tobillo, inyección de esteroides)
Si nada funciona y no puede llevarse bien con sus actividades normales, entonces el médico puede planear la cirugía, que en realidad es muy rara.
Los procedimientos quirúrgicos incluyen el tratamiento correctivo del tendón.
Nota: otras afecciones, como la fractura por estrés, la artritis, deben descartarse antes de cualquier intervención.