La respuesta corta probablemente no, pero es una gran pregunta y difícil de responder. La razón de la dificultad es que, si ocurre el diagnóstico, es probable que ocurra en áreas donde falta conocimiento. Es bastante difícil diagnosticar demasiado los ataques cardíacos o la diabetes. Por lo tanto, donde puede ocurrir un diagnóstico mayor es en áreas donde los criterios clínicos para la decisión del tipo de enfermedad son “más suaves”. El autismo es un buen ejemplo de esto.
Recientemente, los CDC declararon que el autismo, o más precisamente los trastornos del espectro autista (TEA), mostraban una incidencia de 1/88 estadounidenses. http://1.usa.gov/Gi1Nx Esto es un aumento del 70% de la estadística de 2006 de 1/150. Muchos profesionales son justificadamente escépticos sobre esto. ¿Se está diagnosticando demasiado el autismo? No es probable; las definiciones han cambiado. En la década de 1990, la definición de autismo se amplió al nivel de “Desorden del espectro”, si se quiere. Esto se hizo debido a una mayor comprensión de la amplitud del problema. Ahora, pareja que cambia con el conservadurismo inherente en el diagnóstico médico. Lo que sucede es que lleva tiempo que esa información se filtre en la conciencia y la práctica de los médicos. Luego, toma un tiempo aumentar el TEA como una probabilidad en el diagnóstico diferencial de la enfermedad. Esto tiene que suceder para cada médico individual. Los médicos (y los científicos) son escépticos naturales, especialmente cuando se trata de algo que no tiene un fuerte soporte basado en la evidencia. El viejo adagio es cierto: “Si oyes pezuñas, no busques cebras” (a menos que vivas en África). ¿El resultado? Redefinición en los años 90; Consolidación y comprensión en los 00s; Mayor incidencia reportada en los 10s.
¿Significa todo esto que ASD no está sobrediagnosticado? Por supuesto no. Sin embargo, parte del problema también está en que los no profesionales realicen el diagnóstico. ¿Recuerdas en los 90 cuando todos los niños (especialmente los niños) tenían TDAH? Mucho de eso fue “Johnny (6 años) está dando vueltas en el aula (como lo hacen los niños y niñas), debe tener TDAH. Los padres lo aceptan. Todos hablan de ello y la prensa lo sobreinforma. ¿Adivina qué? La definición de Trastorno por Déficit de Atención (ADH, por sus siglas en inglés) cambió al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). ¿Le resulta familiar?
Creo que lo que estamos viendo cuando las personas usan el término “Sobrediagnosticado” es la yuxtaposición de la comunidad médica resolviendo los problemas y el público en general y la prensa laica informando a un ritmo mucho más rápido y obteniendo a menudo un poco para exagerar al respecto.