La irritabilidad es un efecto secundario del medicamento en sí. Las drogas anfetamínicas como Aderall aumentan la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina de las neuronas (en la sinapsis). Por lo tanto, aumenta los efectos fisiológicos de estos neurotransmisores. Algunos de estos efectos incluyen una mayor alerta.
La cocaína también aumenta la cantidad de neurotransmisores como la dopamina presente en la sinapsis. Por lo tanto, muchos de los efectos de las anfetaminas (como Aderall) y la cocaína se superponen.
Esencialmente, ambas drogas ponen al cuerpo en un modo de lucha o huida. Es como una mega mega dosis de café para una persona que es muy sensible a los efectos neurológicos de la cafeína y nunca antes ha probado el café. Tal persona también sería intensamente irritable.
Esta es la razón por la que la autoprescripción es mala. Muchas personas desconocen el alcance de los efectos de estos medicamentos y tienden a subestimar sus efectos nocivos y sus consecuencias a largo plazo. Es por eso que debe ser recetado por su médico, específicamente un psiquiatra.
Nota: esta es una explicación en pocas palabras.
