Si se demuestra que el metadona mata al cáncer, ¿por qué no es la cura definitiva?

Lo que se ha demostrado es que la metadona induce la muerte de las células cancerosas que expresan una gran cantidad de receptores opioides en su superficie, cuanto más grande, mejor. No todas las células cancerosas las expresan en la misma medida. Funciona en algunas células de leucemia y glioblastoma. Curiosamente, la metadona parece potenciar el efecto de los agentes quimioterapéuticos convencionales y viceversa (los agentes quimioterapéuticos parecen inducir la expresión de más receptores de unión a opioides). Como la metadona a veces se usa para aliviar el dolor del cáncer, existe evidencia anecdótica de reducción o eliminación del tumor en los pacientes. Si bien parece ser útil, ciertamente no es “la cura final”.

No se ha demostrado que la metadona cure el cáncer. El cáncer no es una enfermedad única, es una clase de enfermedad con una etiología similar. No habrá una cura singular para el cáncer, sino una variedad de curas para diferentes cánceres.