Una derivación espinal le proporciona una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR) y una presión de apertura.
Estos son utilizados por los médicos para detectar una variedad de procesos de enfermedad.
El CSF se analiza en términos de contenido de glucosa, contenido celular, crecimiento bacteriano, contenido de proteínas, sangre o productos de descomposición de la sangre, inmunoglobulinas.
Esto puede ayudarlo a determinar si existe una infección por sangrado, hongos, virus, bacterias o parásitos del SNC, un trastorno neurodegenerativo autoinmune u otra enfermedad orgánica del sistema nervioso.
Al igual que todas las pruebas médicas, el análisis CSF se utiliza junto con la historia clínica, el examen físico, las imágenes y otras pruebas para formar un cuadro clínico completo y reducir sus diagnósticos diferenciales.