El entrenamiento tradicional de los internistas (y esto se está diluyendo actualmente) incluye mucho más entrenamiento en el cuidado del paciente con procesos multisistémicos o complicados de enfermedades. Durante su formación, el internista pasa tiempo como aprendiz en muchas de las subespecialidades de la medicina (enfermedades infecciosas, oncología, nefrología, cardiología, enfermedad pulmonar, etc.). Como resultado, la profundidad del conocimiento en cualquiera de estas áreas tiende a ser mayor que un GP.
En el hospital en el que yo practicaba, un internista podía atender a pacientes en la UCI, pero GP no podía (se les pedía que consultaran a un internista o subespecialistas).
Los internistas generalmente tienen una exposición mínima a pediatría y ginecología.