Levodopa es el tratamiento estándar para la enfermedad de Parkinson. No es una cura, pero es el mejor medicamento que tenemos para tratar los síntomas. Conocí a personas con la enfermedad de Parkinson y consideran que L-Dopa es muy importante.
En el caso de su abuela, un médico podría derivarla a un fisioterapeuta para restaurar la alineación normal del cuerpo, mejorar el equilibrio y las respuestas motoras, y mejorar la capacidad de iniciar el movimiento. Un fisioterapeuta también puede enseñar ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a hablar o tragar.
En muchos pacientes con Parkinson, un debilitamiento de los vínculos sociales debido a dificultades físicas puede conducir a la depresión. Es muy importante mantener, cuando sea posible, un programa diario de ejercicios y mantenerse socialmente activo.