En el informe médico de su madre (ni siquiera dice si fue una tomografía computarizada, una resonancia magnética, una ecografía transabdominal, una ecografía transvaginal), el radiólogo escribió ” útero fibroso (múltiple) “.
Un fibroma es un crecimiento de las células musculares que componen la mayor parte del útero. Conducen a grumos que nunca metastatizan y, por lo tanto, nunca son malignos. En otras palabras, un fibroma es un crecimiento, pero no cáncer.
Los ginecólogos habían sospechado durante mucho tiempo que cada fibroide surgía de una sola célula uterina, y ahora que las pruebas de ADN se han convertido en una parte rutinaria de la medicina, se ha demostrado que este es el caso. La causa exacta aún se desconoce, sin embargo, y se sospecha que surgen de una mutación genética. Sin embargo, esto nunca se ha demostrado de manera concluyente.
Algo así como entre el 20 y el 30% de las mujeres las tendrán mientras están en la treintena, y entre el 70 y el 80% de las mujeres tendrán fibromas cuando lleguen a los 50. Son ligeramente más comunes en las mujeres negras. Los fibromas se reducen después de la menopausia, que ocurre alrededor de los 51 años en los Estados Unidos. Los ginecólogos debaten si pueden volverse cancerosos o no. Los cánceres del músculo del útero (leiomiosarcomas) son muy raros, y dado que los fibromas son tan comunes, no está claro por qué los leiomiosarcomas no son más comunes. Un estudio analizó 22 casos de leiomiosarcoma y descubrió que ninguno había surgido de un fibroma preexistente.
Debido a que los fibromas no son cancerosos, el tratamiento se basa en el problema exacto que se está causando. Un fibroma grande puede estar empujando la vejiga o el intestino, o un fibroma dentro del útero puede estar causando un sangrado excesivo. Dado que casi 4 de cada 5 mujeres las tendrán, se debe ser extremadamente cuidadoso al culpar al fibroma de los casos de dolor pélvico, y la cirugía debe ser un último recurso, ya que puede causar problemas por sí mismo. Existen medicamentos que son antagonistas de estrógenos, medicamentos que simulan temporalmente la menopausia, inyección directa en el fibroma y técnicas en las que se identifica y bloquea la arteria exacta que lleva a un fibroma, lo que mata al fibroma al privarlo de su suministro de sangre. Las histerectomías para los fibroides son cada vez menos comunes y la extracción del mioma por sí misma (miomectomía) es extremadamente poco común. Como se mencionó anteriormente, la transformación maligna es rara o inexistente, pero las compañías de seguros pagan mucho más por las cirugías que por las visitas al consultorio. Una técnica médica inescrupulosa para presionar a un paciente para que acepte la cirugía es decir: “Bueno, probablemente no sea cáncer, pero no se puede estar seguro … “. Al pasar por el estacionamiento, anote si el automóvil con placas “MD” es un BMW serie 700 o un Ford Taurus.
Los radiólogos describen lo que ven . Aunque las mujeres de cierta edad son extremadamente propensas a tener fibromas, si el radiólogo no las ve, no aparecerán en el informe. Por otro lado, debe haber visto varios. Si se hace o no algo tiene mucho que ver con las circunstancias exactas que rodean su caso. Es muy común que a un médico se le presente una línea de un informe (o en este caso, me haya dado tres palabras de la impresión del radiólogo) y se me pida que proporcione un historial completo, un diagnóstico, un plan de tratamiento y un pronóstico. La impresión del radiólogo fue que su madre tenía múltiples fibromas uterinos, por lo que escribió: “útero fibroso (múltiple)”. Eso es lo que significan esas tres palabras, nada más y nada menos.
