Incluso si no se ha sometido recientemente a una histerectomía, las duchas vaginales pueden presentar riesgos para la salud.
Las duchas vaginales pueden cambiar el equilibrio necesario de la flora vaginal (bacterias que viven en la vagina) y la acidez natural en una vagina sana.
Una vagina sana tiene bacterias buenas y dañinas. El equilibrio de bacterias ayuda a mantener un ambiente ácido. El ambiente ácido protege la vagina de infecciones o irritación.
Las duchas vaginales pueden causar un crecimiento excesivo de bacterias dañinas. Esto puede conducir a una infección por hongos o vaginosis bacteriana. También puede aumentar el riesgo de ITS, incluido el VIH, y causar irritación o sequedad vaginal. Si ya tiene una infección vaginal, las duchas vaginales pueden empujar las bacterias que causan la infección hacia el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Esto puede conducir a la enfermedad inflamatoria pélvica, un problema de salud grave.
Vea aquí para obtener más información: Vacíe la hoja informativa y hable con su médico / ginecólogo si hay una razón por la que le gustaría ducharse.