¿Cuáles son los riesgos de una cirugía de glaucoma?

Hay muchos tipos de cirugía para el glaucoma, por lo que es difícil generalizar. Algunas de las técnicas quirúrgicas más nuevas pueden tener menos riesgos que los tipos anteriores de cirugía.

La cirugía de glaucoma generalmente se ofrece como último recurso cuando el tratamiento previo con medicamentos o láser no ha logrado controlar adecuadamente la presión dentro del ojo. Si no hay otro tratamiento disponible, entonces el paciente probablemente perderá lo que queda de su visión, por lo que generalmente nos vemos obligados a aceptar un mayor nivel de riesgo en esta situación.

La forma más antigua de cirugía de glaucoma, trabeculectomía, tenía muchos modos de falla posibles. La presión puede ser demasiado baja después de la cirugía, o el procedimiento puede no reducir la presión lo suficiente. El procedimiento puede funcionar por un período de tiempo, pero luego sanar, lo que resulta en un aumento de la presión de nuevo. La ampolla del filtro puede infectarse. Las cataratas pueden desarrollarse después del procedimiento.

A veces, la visión continúa deteriorándose incluso si la presión ocular se reduce con éxito.

Los procedimientos más nuevos, como las válvulas Ahmed o las derivaciones microscópicas de los tubos, pueden presentar complicaciones similares, aunque a diferentes frecuencias. Las complicaciones pueden depender de la habilidad y las técnicas del cirujano que las realiza.