¿Tomar antibióticos no ayuda a construir tu sistema inmunológico? ¿Permitir que mi cuerpo se encargue de eso me ayudará a evitar que vuelva a tenerlo?

A diferencia de los músculos o los huesos, el sistema inmune no se fortalece y aumenta con la exposición al estrés. Esta es una analogía atractiva, pero no tiene ninguna base biológica: el estrés mecánico y el estrés de las infecciones son fenómenos completamente diferentes.

Es cierto que la inmunidad requiere la exposición a patógenos: una vez que el cuerpo ha respondido a un invasor, las células B y las células T reconocen que el invasor permanece en circulación y puede amplificarse rápidamente para atacarlo de nuevo, evitando nuevas enfermedades. Pero los antibióticos no previenen la exposición a las bacterias. Complementan la respuesta del sistema inmune a una infección, no la reemplazan. En el momento en que se sienta lo suficientemente enfermo como para ir al médico a obtener una receta, su sistema inmunológico (si es saludable) ya está montando una respuesta a gran escala a la infección.

Esto no quiere decir que los antibióticos no tengan ningún efecto sobre el sistema inmune. Aunque los antibióticos se dirigen a las células bacterianas, hay cierta interferencia con las células de mamíferos, incluidas las del sistema inmune [1]. Algunas de estas interacciones son estimulantes y otras inhibitorias:

La importancia clínica de estas interacciones directas parece ser pequeña, y no puedo encontrar estudios que sugieran que los antibióticos comprometan el rendimiento del sistema inmune.

Los antibióticos definitivamente afectan la composición de la microbiota intestinal, y estamos llegando a comprender que el microbioma intestinal afecta el desarrollo de nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, estos efectos parecen en su mayoría aumentar los riesgos de obesidad, diabetes y enfermedades autoinmunes, en lugar de debilitar nuestras respuestas a la infección [2] [3].

La conclusión es que los antibióticos son como cualquier otro medicamento: conllevan un riesgo de eventos adversos y no deben tomarse a menos que exista una necesidad médica apremiante. Pero si existe tal necesidad, no deben evitarse con la esperanza de fortalecer su sistema inmunológico. Ese no es un resultado plausible.

Notas a pie de página

[1] La respuesta inmune y la terapia antibacteriana.

[2] Los efectos de los antibióticos en el microbioma a lo largo del desarrollo y enfoques alternativos para la modulación terapéutica.

[3] La microbiota intestinal y la salud del huésped: una nueva frontera clínica.