¿Podemos afectar el metabolismo de las células cancerosas sin afectar las células normales?

Sí, podemos y esta es exactamente la forma en que se trata el cáncer con un éxito creciente. Tanto la quimioterapia como la radioterapia diseñadas para destruir las células cancerosas aprovechan fundamentalmente las diferencias metabólicas en estas células, a diferencia de las células del tejido sano circundante. La mayoría de tales métodos aprovechan la simple diferencia en las tasas de replicación entre células cancerosas y células sanas y matan preferentemente células que se dividen rápidamente al alterar la replicación celular. Invariablemente, algunas células sanas también se pierden; esta es la razón por la cual la quimioterapia y la radioterapia causan pérdida de cabello y anemia.

Además, muchas terapias nuevas y prometedoras para la enfermedad neoplásica explotan diferencias metabólicas más sutiles entre el cáncer y las células normales. Estos enfoques terapéuticos varían mucho en cuanto a diseño y promesa, y aún no se ha encontrado un enfoque universalmente eficaz. Algunos aprovechan los genes que causan cáncer o el oncogen; otros se dirigen a las proteínas y enzimas que se encuentran específicamente en células neoplásicas v normales. Si bien estos son demasiado extensos como para describirlo aquí, es seguro suponer que los investigadores harán grandes avances en el tratamiento eficaz del cáncer en los próximos años, luego de que las diferencias metabólicas entre las células sanas y neoplásicas se definan con mayor claridad.