¿Cómo sabemos cuándo vence la sangre almacenada?

Respuesta simple: mirando la etiqueta. No hay una definición mágica de “expirado”. Si tomas una bolsa de sangre y la colocas en la nevera, será transfusible durante un tiempo, pero cuanto más tiempo pase en la nevera, más se degrada y aumenta la probabilidad de contaminación.

Con base en la evidencia empírica, los organismos reguladores definen protocolos para tomar, procesar y almacenar productos sanguíneos y cada uno de estos protocolos contiene una guía para el tiempo que la sangre / producto se considera utilizable. Pero nada mágico ocurre en un número específico de horas de almacenamiento.