La amoxicilina es una penicilina de amplio espectro que es recetada con mayor frecuencia por los dentistas que tratan una infección. Una aplicación común es un diente abscesado, que puede resultar cuando una cavidad se abre paso a través de la pulpa y al hueso circundante del diente. A menudo se forma un absceso grande lleno de pus en el sitio, lo que indica una infección activa. Los antibióticos, como la amoxicilina, eliminan las bacterias y disminuyen / eliminan los síntomas causados por la infección. Los dentistas pueden recetar antibióticos una semana antes de tratar el diente infectado (es decir, a través de la extracción o el tratamiento de conducto) para eliminar la propagación sistémica de la infección y permitir la comodidad del paciente durante el tratamiento.
Otra razón común para la prescripción de antibióticos es para un paciente con diabetes no controlada que se someterá a un tratamiento quirúrgico (como una extracción). Esto se debe a que los diabéticos no controlados tienen un mayor riesgo de infección después de los procedimientos quirúrgicos, por lo que la receta se escribe con carácter preventivo.
